LA VERDADERA HISTORIA DEL RODAJE DE SIERRA DE TERUEL – CAPÍTULO 0.
Caluroso verano de 1938. Lunes, primer día de agosto[i]. El trayecto por la montaña de Montjuic desde la plaza España hasta los Estudios Orphea es de subida. Jadean, se abanican con algún periódico. Suben por la avenida de la exposición; ladean el teatro griego y el Pueblo Español, y entran en el teatral edificio de Antonio Sardá, huyendo del sol implacable. Antiguo pabellón de la Química en la Exposición Internacional de 1929 es quizás el mayor estudio cinematográfico de España. Todas las ventanas abiertas, pero ni así. Se ha formado un corrillo, la mayoría hombres.
Max Aub, subido en una tarima, pide silencio. Después, con una mirada al soslayo a su amigo y director André Malraux, da unos aplausos que consiguen el mutismo. Empieza a leer unos folios que tiene en la mano:
“No quiero ni puedo saber lo que ha sido el cine español hasta hoy y nadie puede adivinar su futuro. Vamos a realizar una película y hemos creído conveniente y necesario reunirnos a todos vosotros, los que con vuestro trabajo, sea el que fuese, vais a ayudar a realizarla; para daros cuenta de la dirección de vuestro esfuerzo; para deciros porque os hemos pedido vuestra colaboración. Vamos a trabajar juntos unos meses, y es necesario que el trabajador, el artista, el obrero, el técnico, sepa por que trabaja…”[ii]
La charla dura una media hora ante un auditorio heterogéneo: desde actores a electricistas, gente de attrezzo y unas bellas secretarias que atraen las miradas de los que no siguen con atención el relato somero del argumento que Aub va desgranando.
Un momento que muchos recordarán en el futuro, aunque el propio escritor lamentará, erróneamente, su olvido. Dice[iii]: “La historia de la filmación de Sierra de Teruel fue una sucesión de hechos tragicómicos que ya nadie contará”. Bueno, Max, lo lamento, pero la bibliografía es extensa, y yo mismo he novelado sus vicisitudes[iv]. De todas formas, y para que quede constancia, voy a narrar aquí estrictamente lo que he podido ir conociendo de dicha película, sustentándolo con la más amplia información a mi alcance, no solo de las vicisitudes del rodaje, sino también del difícil entorno en el que se desarrolló.
La intención es proporcionar una visión global de lo que significó para un grupo de personas comprometidas el periodo en el que se rodó Sierra de Teruel (1938-39 y los años inmediatamente anteriores y posteriores). El lector que siga La verdadera historia del rodaje… podrá deambular libremente por los aledaños, mediante otras entradas que aclaran y analizan detalles significativos o elementos del contexto histórico que la hicieron posible, enlazadas a su vez entre sí. Cada una de ellas es una historia en sí misma, que se puede leer como tal o como simple ampliación de conocimientos.
[i] Según MARION, Denis (1996). Le cinéma selon André Malraux. Paris, Cahiers du cinéma. Pág. 174.
[ii] AUB, Max. (1989). “Leído en Barcelona, en 1938, en los Estudios de Montjuich…” En: AA.VV. (1989) Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Filmoteca de la Generalitat Valenciana. Revista de estudios históricos sobre la imagen. Nº 3. Septiembre-Noviembre 1989.
[iii] AUB, Max (2002). Hablo como hombre. Segorbe, Fundación Max Aub. Nº 10. Pág. 144.
[iv] CISTERÓ, Antoni. (2018). Campo de esperanza. II Edición. Barcelona, Editorial Barataria. Versión francesa: Champ d’espoir -Le roman de Sierra de Teruel. Traducción de Gérard Malgat. Baixes (Fr): Balzac Editeur. 2017.