El rodaje de Sierra de Teruel estuvo lleno de dificultades. Desde la escasez de película virgen, hasta la imposibilidad de revelarla en Barcelona; desde la falta de los suministros más básicos, como focos o maquillaje, a los frecuentes bombardeos de la ciudad por parte de la aviación italiana sita en Mallorca. Y una clara muestra de ello es ya la primera secuencia. Había unos planes iniciales, rebosantes de optimismo, y hay un resultado final que, si bien es un documento histórico de gran relevancia, fílmicamente deja mucho que desear
¿A qué se debieron tales discrepancias entre lo deseado y lo obtenido? Podían ser de diversos tipos. En el guion previsto (tomamos como referencia el publicado en México por Max Aub, en 1968), tenía un papel preponderante el comandante PEÑA que debía ser sacado del avión accidentado por una portezuela apenas abierta. José Santpere, que interpretaba el papel, a sus 61 años, no debía estar para esos trotes. De hecho falleció el 8 de noviembre del año siguiente.
También es posible que no se tuviera a mano un avión siniestrado en el suficiente buen estado como para encajar en el guion. Así que se tuvo que montar lo rodado añadiendo una imagen de archivo, eliminando las tareas de rescate, la recogida de extintores y principalmente la extracción del cadáver de Marcelino. En la versión francesa del film de 1945, unos letreros añadidos intentan situar la escena. No así en la versión original depositada en la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en Washington.
Si al principio se redactó un guion en el que el protagonista era el avión accidentado y los heridos y el muerto (Marcelino) de su interior, al final se substituyó el conjunto por una imagen de archivo de un avión en llamas.
Veamos la diferencia, comparando el guion editado por Gallimard[i], que reproduce lo que se ve en pantalla, con el original previsto[ii] (Editorial Era).
GUIÓN s/PELÍCULA (Gallimard) | GUIÓN PLANEADO (Era) |
1.-Plano Medio. En su torre, el ametrallador se levanta y mira a lo lejos. | |
2.-Plano Medio, picado. Peña y el piloto en los mandos. PEÑA: El motor de la derecha arde. | |
3.-Plano Medio, picado. Peña y el piloto en los mandos. | |
4.-Sigue la 1. El ametrallador mira. PILOTO (off): ¡El tren de aterrizaje! | |
5.-P.M. contrapicado. PILOTO: ¿Lo sacas o no? ¿Qué hacéis allí detrás? | |
6.-Sigue la 4 El aviador muerto. PILOTO (off): ¡Eh, Rivelli! ¿Me oyes? ¿No ves… | |
7.-Sobre un fondo de cielo, el bombardero, con un motor en llamas, pierde altura (Plano General de izquierda a derecha) | 1.-P.G. En una esquina del campo, un grupo de aviadores procura ver el avión que sólo se oye. UNA VOZ: ¡A la derecha! Los aviadores miran en la dirección indicada UNA VOZ: ¡Los extintores! 2.- Muy pequeño, muy lejos, el avión que despide una estela de humo negro. |
8.-En tierra, una ambulancia avanza. A su alrededor, hombres corriendo (Plano General, de izquierda a derecha) | 3.- P.G. El grupo de aviadores se precipita hacia el hangar que se ve al fondo. 4.- P.M. Una ambulancia sale de un garaje pequeño y cruza el campo. CAMPANA DE LA AMBULANCIA 5.-P.M. Los aviadores descuelgan los extintores colgados en la pared y echan a correr. |
6.-P.M. Los aviadores vienen corriendo. La ambulancia pasa cerca. Varios saltan al estribo. Los demás corren detrás de la ambulancia que da la vuelta tras un edificio. | |
9.-El avión visto desde el suelo. (P.G. contrapicado) | 7.-P.G. El avión, un motor en llamas. |
10.-Tres hombres, entre los que está ATTIGNIES, miran la caída. (Trávelin de PA a PR) UN HOMBRE: ¡Hubieran hecho mejor en tirarse! OTRO: ¿Y los heridos? ATTIGNIES: ¿Cuántos heridos allí dentro? HOMBRE SEGUNDO: ¿Cuántos viven? FUNDE A NEGRO | |
8.-En primer plano, la parte delantera del avión. El motor en llamas en el lado contrario. Los ocupantes golpean la puerta que no se abre. LOS GOLPES DADOS A LA PORTEZUELA POR LOS OCUPANTES, DESDE DENTRO. | |
9–Llega la ambulancia, se para junto al avión. GARCÍA y otros han saltado antes para poder lanzar sus granadas extintoras. GARCÍA sacude con toda su fuerza la portezuela que solo puede levantar unos 20 cm. | |
10.-Desde el interior continúan golpeando la portezuela. Desde dentro, de un golpe de culata, rompen la ventanilla del avión. POL: ¿Quién es? VARIAS VOCES: ¡Peña!, ¡Peña! | |
11.-L a parte inferior de la portezuela. GARCÍA ha logrado levantarla. Enseguida saca un par de piernas. Entre las cabezas de los aviadores, la parte superior del cuerpo del piloto. PILOTO: No tiene nada. | |
12.-Más lejos, tres o cuatro aviadores tratando de sacar el cuerpo. Peña salta a tierra apoyándose en el fusil ametrallador que le sirvió para golpear la portezuela. PEÑA: Los del “Jaurés”? GARCÍA: Sin novedad, un herido leve. | |
13.- PEÑA: Corro al teléfono para informar. Tu ocúpate de estos. Se necesita una camilla. Salen ATTIGNIES y GARCÍA | |
14.-En plano más cercano, la cara y luego el cadáver de MARCELINO. | |
15.-L levan el cuerpo de MARCELINO sobre una camilla. Luego el chófer sube al coche y la ambulancia parte en dirección a los edificios seguida de un cortejo de unas diez personas. Este plano se encadena con el primero de la Secuencia siguiente por una disolvencia de 72 imágenes. |
LA VERDADERA HISTORIA: La Secuencia 1, con la muerte de Marcelino, está basada en un combate real librado en setiembre de 1936, y que será analizado en una entrada específica sobre el aviador fallecido (SECUENCIA II-1: Viezzoli). Es curioso señalar que lo finalmente rodado se ajusta bastante al texto de la novela L’espoir, publicada en 1937. Aquí algunos trazos[iii]:
“—El motor exterior está en llamas.
El avión aumentó de tamaño: dejó de dar vueltas tomando el terreno de frente… Las miradas no seguían sino la mancha confusa de la carlinga, acosada como por un ave de rapiña por esa llama azulada de enorme soplete oxhídrico. y que parecía que no había de llegar nunca a tierra: los aviones cuyos muertos se aguardan caen lentamente.
… Atenta como la muerte, la ambulancia pasó traqueteando. Magnin saltó a ella… Como si los hombres hubiesen estado pegados por su sangre a la carlinga rota en dos como una concha, los pelícanos los despegaban con los ademanes prudentes con que se despega una venda de una llaga… Mientras los extintores atacaban las llamas, apartaban del aparato heridos y muertos…”
Se podrían añadir más ejemplos de la precariedad del rodaje, como la deseada y no conseguida presencia en esta primera secuencia de un toro mugiendo y un rebaño ahuyentado por los disparos[iv] (que fue imposible encontrar). Leyendo un excelente artículo de Marcel Oms[v], me he permitido la libertad de editar un vídeo (montaje casero, pido disculpas) en el que, además de la música de Gossec (el Réquiem que Malraux hubiera deseado incluir y que al no ser posible, fue reemplazado por la música original de Darius Milhaud que ilustra la secuencia XXXIX y última) se incluye el inicio soñado por Malraux: el mugido de un toro. Dice Oms: “Sierra de Teruel debía iniciarse sobre el mugir de un toro que, amplificándose, se entroncaría con el rugir de una sirena que cubriría la estampida de un rebaño perseguido por los blindados franquistas.”.
Secuencia I: El montaje que no pudo ser.
Esta secuencia de apertura “taurina” donde la banda sonora tiene tanta importancia como el lirismo visual, razón de la inclusión de Gossec, no fue jamás rodada ni figura en el proyecto de guion. Ya hemos visto que no se encontraban toros en las líneas republicanas, donde el hambre había dictado su ley[vi].
¿Sería un precedente del maravilloso inicio del imprescindible Laberinto Mágico de Max Aub? En él, el toro embolado surge de las tinieblas, dando luz a una oscura España, iluminando la esperanza de una sociedad más justa y solidaria, un momento breve y emocionante[vii].
“Anúnciase por su luz. Tiñese la cal del más leve rosear cuando todavía le separan cincuenta metros de la esquina inmediata. Aparecen larguísimas sombras; a todo correr se empequeñecen, reduciéndose a la nada para volver a surgir, creciendo contrarias según la carrera del basilisco… ¡Ya viene!…
¡Ya llega! ¡Ya vuelve!
Busca ardiente cinco, seis, siete veces su salida inalcanzable. Rueda su fuego”
Un inicio que es un reflejo claro de las dificultades de rodaje. Las dos versiones (la americana (1939) y la francesa (1945) no difieren salvo en el letrero inicial. Pero finalmente, quedaron solo 45 segundos de filmación.
SABER +:
El avión derribado: La historia del suceso real (Talavera, 30.9.1936)
Secuencia II: Viezzoli. El verdadero Marcelino: Giordano Viezzoli. Su historia.
Sierra de Teruel (Espoir): Música y cine durante la Guerra Civil Española (artículo de Lídia López Gómez)
—NOTAS—
[i] MALRAUX, André. (1996) Espoir-Sierra de Teruel. Paris, Gallimard-Folio.
[ii] MALRAUX, André (1968). Sierra de Teruel. México, Editorial Era. (Editado por Max Aub).
[iii] MALRAUX, André (1995). La esperanza. Madrid, Cátedra. Página 234
[iv] Referido en la secuencia XII (Era, página 53): “Los rebaños echan a correr por las ametralladoras de los moros”.
[v] OMS, Marcel (1989). Ce qu’il reste de “L’espoir”. Sierra de Teruel-Espoir. Paris: L’avant scéne cinéma. Nº 385. Oct. 1989. Página 3.
[vi] Explicado por Claude Mauriac (1957) Petite Littérature du Cinéma.. Paris, Ed. Du Cerf (pp. 26-34), refiriéndose a lo que le había contado Malraux subre “L’Espoir tel que l’avait révé son auteur”)
[vii] AUB, Max (2017) Campo cerrado. Granada: Cuadernos del vigía. Pág. 32.