Nos dice Josette Clotis, la amante que acompañó a Malraux durante todo el rodaje en España[i]: “Volvimos ayer de Tarragona, donde acabamos de pasar quince días. Los bombardeos son mucho más impresionantes que en Barcelona […] ¡Qué hermosa es esta ciudad! Debajo de las murallas tiene un jardín con higueras, naranjos, jazmines y, abajo, el mar. Todo lo que amo en el mundo”.
La filmación avanza a ritmo de tortuga, lo que es inquietante y saca de quicio a Malraux. Desde luego, para rodar la mayor parte de tres secuencias, la VIII (8 planos), la IX (23 planos) y la X (5 planos), en un perímetro limitado de la ciudad del sur de Cataluña, quince días han sido muchos. Veamos algunos detalles:
Según Elvira Farreras[ii], Malraux aceptó que ella se uniera a la expedición con “toda la tropa”, aunque no hubiera sido preciso. Se alojaban en el hotel París, estableciendo su secretaría en la 3ª planta, a pesar de que el único teléfono se hallaba en la planta baja. Cuenta también un par de anécdotas que sugieren cómo el paso del tiempo puede modificar un recuerdo. En la primera, narra como su hermano, que estaba de médico en La Sabinosa, fue a encontrarla a Tarragona, y preguntó por la calle de Móstoles a una persona que resultó ser André Malraux, y este le contó que era simplemente un nombre ficticio del guion, y no una calle de Tarragona. La única posibilidad verosímil es que Elvira, que había mecanografiado el guion, recordara que en el plano 5 de la secuencia VIII, dice que ha visto un coche en la calle de Móstoles, a lo que Agustín responde: Sí, un Packard ocho cilindros (frase que no aparece en la película). Sin embargo, el nexo es muy débil, ya que el tal vehículo se debía ir a buscar (secuencia IX), y sería muy casual que estuvieran rodando precisamente dicho plano en aquel momento (que para más inri, como veremos, se rodó en Barcelona). Otra referencia curiosa es que el coche corresponde al modelo del que disponía la escuadrilla España en Torrente (requisado a una rica familia local), durante los últimos meses de 1936[iii]. Volveremos a ver el coche en el comentario de la secuencia IX.
Por el momento, en este primer rodaje, los exteriores se limitaron a la ubicación de las escaleras del Castell de Pilat, en la esquina con el Paseo de St. Antoni. El guion indica al principio: Peligro: el mar, no descubrir más allá de la explanada. La proximidad del mar fue protagonista de otra anécdota contada por Elvira Farreras, que indica la precariedad con que se realizaba el rodaje: “Tuvimos que aplazar la vuelta a Barcelona 24 horas, pues había que esperar la llegada de la bala que era imprescindible para acabar una escena del cañón”, a lo que añade: “las escenas del cañón fueron rodadas con gran realismo, hasta el extremo de que en una de las escenas (secuencia IX), explotó una bala (¿sería la única?) a pocos metros de una barca que estaba en la playa. Algunas gentes del pueblo hicieron correr la noticia de que se luchaba por las calles y que la guerra había llegado a Tarragona”.
Hemos visto que la compañera de Malraux indica la dureza de los bombardeos, (“los bombardeos son mucho más impresionantes que en Barcelona”)[iv], lo cual no parece serdel todo cierto. Es humano que, en sus cartas, hinchara un poco el entorno para impresionar a su amiga Suzanne Chantal. Durante los días que duró el rodaje en Tarragona (aproximadamente del 5 al 22 de septiembre de 1938, hubo un único bombardeo (ver mapa), realizado por cinco Savoia S79 provenientes de las Baleares, a las 10:15h, con el resultado de dos muertos. Los libros consultados coinciden en que septiembre fue precisamente un mes tranquilo en comparación con el conjunto de 1938[v].
Contrasta también el dramatismo epistolar de Josette con algunos detalles que nos apuntan que en general fueron dos semanas agradables, incluso de cierto asueto cuando se salía del maremágnum del rodaje. Así, Elvira cuenta como, dado el buen tiempo que hacía, decidieron ir a la playa y fueron a comprar un bañador para Josette. También puede apreciarse en la actitud relajada, casi festiva, cuando nos dice; “por la noche, después de cenar, los técnicos y actores jugaban a las cartas y se divertían hablando y riendo hasta muy tarde… Entonces me iba a pasear con Max Aub y Denis Marion, y alguna vez también con Josette y Malraux, a ver el mar”[vi], o cuando al regreso hacia Barcelona, la comitiva se para para comer unas uvas de un campo del Penedés. Estaban en su punto, pero al haber sido sulfatadas, al pobre Denis Marion se le hincharon monstruosamente las manos por una alergia[vii].
Para esta secuencia, el guion indicaba al principio “Entre la secuencia VII y VIII colocar un plano tomado desde lo alto de la calle escalonada”, lo que no se efectuó. Podría ser que dicho plano de Tarragona desde un tejado (ver inicio de la secuencia III) de la calle Cavallers nº 5, se cambiara para iniciar la serie sobre el grupo de Teruel que planea salir en ayuda de Linás.
Los ocho planos de la secuencia siguen a los republicanos que, al doblar una esquina, ven un cañón que les impide el camino de salida. Hablan entre ellos y deciden ir a buscar un coche para estrellarlo contra el cañón y poder así salir. Cabe señalar que a pesar de ser voluntarios, tenían conocimientos de artillería, ya que en la conversación se dice (ix):
CARRAL: ¿Quién entiende de cañones?
PEDRO: Tú. Barca, ¿no serviste en Marruecos?
CARRAL: ¿El 7,5 cada cuando dispara?
BARCA: Creo que 15 disparos al minuto. Esta es la teoría.
En efecto, se trata de un cañón Schneider 7 y medio, (75/28 mm)
La República recibió al menos 200 unidades de dicho cañón, y otras se fabricaron en Trubia. Era un modelo antiguo pero eficaz, con más frecuencia de tiro de la que supone Barca. Apuntando eran 20 y sin apuntar, 25 tiros por minuto[viii].
[i] CHANTAL, Suzanne. (1976). Página 115
[ii] FARRERAS, Elvira (1989). Testimonio. Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-noviembre 1989. Páginas 288.
[iii] Ver capítulo correspondiente en La verdadera historia del rodaje de Sierra de Teruel en esta web. https://www.visorhistoria.com/la-verdadera-historia/#ULTIMAETAPA
[iv] CHANTAL, Suzanne. (1976). Página 115
[v] GONZÁLEZ HUIX, Francisco J (1990), página 104-105. ARNABAT i ÍÑIGUEZ (2013), página 531.
[vi] FARRERAS, Elvira. Testimonio. En: Archivos de la Filmoteca. Valencia. Filmoteca de la Generalitat Valenciana. Nº 3. Septiembre/Noviembre1989. Págs. 288-292
[vii] MARION, Denis (1970). Pág. 144
[viii] https://www.amonio.es/canon_schneider_7528.htm
[ix] Sierra de Teruel. Cincuenta años de esperanza. Valencia, Archivos de la Filmoteca. Nº 3. Año I. Septiembre-Noviembre 1989. Página 71.