En los instantes finales de la Secuencia II, con los aviadores y los lugareños rodeando el cadáver de Viezzoli (Marcelino en la película), hay un momento particularmente emotivo, que proviene del texto de la novela La esperanza.
Comparemos los dos medios de expresión:
NOVELA: (MALRAUX (1995), Página 235)
Tres heridos, tres muertos. Faltaba un ametrallador. Era Jaime, que bajó mucho después que los otros. Las manos hacia delante, temblorosas, y un camarada que lo guiaba: una bala explosiva a la altura de los ojos. Ciego.
Llevándolos por los hombros y los pies, los aviadores llevaron a los muertos al bar. El furgón llegaría más tarde. Como a Marcelino lo había matado una bala en la nuca, estaba poco ensangrentado. A pesar de la trágica fijeza de los ojos que nadie había cerrado, a pesar de la luz siniestra, la máscara era hermosa.
Una de las camareras del bar lo miraba.
—Hace falta por lo menos una hora para que se comience a ver el alma —dijo.
Magnin había visto morir lo suficiente para conocer el sosiego que trae la muerte a muchos rostros. Pliegues y pequeñas arrugas se habían ido con la inquietud y el pensamiento; y ante ese rostro limpiado de vida, pero cuya voluntad mantenían los ojos abiertos y el casco. Magnin pensaba en la frase que acababa de oir, que había oído de tantas maneras en España; solamente una hora después de morir, de la máscara de los hombres comienza a surgir su verdadero rostro.
GUIÓN: SECUENCIA II (Sierra de Teruel, 50 años de esperanza. Filmoteca Gtat. Valenciana (1989), Página 56)
Plano 4. Plano más cercano. La cara de Marcelino y la pizarra. Se deja durante un tiempo necesario para leer el texto.
VOZ DE UNA CAMPESINA LEYENDO EL NOMBRE: Marcelino.
Plano 5. En primer plano, Marcelino. Alineados delante de él, en dos grupos, los aviadores y los aldeanos.
UNA ALDEANA: Sólo hasta una hora después de muerto, empieza a verse el alma.
OTRA: Ya debe de hacer una hora.
En la comparación entre el visionado de la película y el guión, se pueden detectar algunas ligeras variaciones. En el ejemplar mecanografiado guardado en el Institut Valencià de Cultura, se aprecian algunos cambios manuscritos por parte de Max Aub (en rojo).
5. Plano inverso (contra escena). En primer plano, Marcelino, indicado: Alineados delante de él, en dos grupos, los aviadores y los aldeanos, uno de los cuáles acaba de hablar.
(Y sin indicar que tipo de toma, sigue, puesto que cuando hablan no está Marcelino en primer plano como se indica:)
UNA ALDEANA: Sólo hasta una hora después de muerto (la muerte), empieza a verse el alma.
OTRA: Ya debe de hacer una hora.
Miremos ahora el fragmento del filme, analizando los vericuetos de la filmación:
PELÍCULA. (RTVE A LA CARTA, minuto 4’20) 1https://www.rtve.es/play/videos/filmoteca/sierra-teruel-1938/3918025/”)
Respecto al guion, se aprecian algunas leves alteraciones. La campesina que pronuncia el nombre de Marcelino, , lo hace pero no hay audio, se la ve solo moviendo los labios. Es una chica joven, como la mayoría de los asistentes al sepelio.
Las camareras de la novela han sido sustituidas por dos viejas campesinas.
Per hay más: cabe la pregunta: ¿El plano 5, fue filmado en el mismo momento que el resto de la escena?
Tengo mis dudas, ya que en los planos generales durante toda la secuencia no aparece dicho grupo de aldeanas de edad avanzada, vestidas de negro. Además, hay otra diferencia remarcable en el vestido. Mientras que en toda la secuencia la vestimenta de los asistentes es casi veraniega, las damas de la frase final lucen bufandas. Entra dentro de la lógica que la Secuencia II fuera de las primeras en filmarse, uniéndola con la I, hecha cuando se disponía de un aeropuerto (posiblemente en el Prat de Llobregat).
Quizá no resultara la toma final (unos segundos antes se han visto otras ancianas, con vestido más ligero), o quizá se dejara para más tarde. ¿Se hizo en España, o se rodó ya en Francia, en la filmación de breves fragmentos que permitieran montar y proyectar la película, por precaria que quedase? No lo sabremos nunca, pero sí que Malraux tuvo especial interés en que se incluyera esta referencia al alma y su salida del cuerpo. Un dato adicional sería la imagen del rodaje de la Secuencia II, en la que el cámara está recibiendo instrucciones de Malraux, y en la que no aparece la cristalera de detrás de la cámara, pues las dos aldeanas y sus acompañantes hablan delante de una pared blanca (ver figura)
¿Y por qué? No he sabido encontrar ninguna referencia al cambio de aspecto en la primera hora después de la muerte, salvo en algunas reflexiones del teósofo sueco Emmanuel Svedenborg 2http://www.swedenborgdigitallibrary.org/ES/epic30.htm (1688-1772) que influyeron en autores franceses como Balzac, Baudelaire o Paul Valéry. ¿Lo haría también con André Malraux?, quizá por la vía de Josette Clotis, su amante, aficionada a la cartomancia y al esoterismo. A saber.
Si reflexionamos sobre el texto y el guión, podemos hallar cierto paralelismo con lo que Swedenborg llama la «interioridad» del individuo. Según su teoría. éste se despoja de su personalidad terrenal, que es una personalidad externa y adoptada, para ostentar su personalidad propia -interna-, es decir, para ser él mismo. Aunque, rizando el rizo, sea precisamente lo opuesto, o sea: cuando se va el alma, con todos sus sufrimientos y recovecos, queda la verdadera persona, ya en paz. Si non è vero, è ben trobato.