El 27 de diciembre de 1936 fue derribado por la aviación rebelde y se estrelló en Valdelinares (Teruel) el Potez-54, el Ñ, de la escuadrilla España que comandaba André Malraux.
Un episodio que desde muy niño oí relatar a los más mayores del lugar durante mis vacaciones estivales y también la participación que el pueblo y ellos mismos tuvieron en el rescate de los aviadores. Corría un invierno cubierto de nieve y el pueblo se volcó con estos pilotos que combatían para ayudar a la República.
Mi pasión por descubrir me llevó, hace ya 43 años, a proveerme de una grabadora y una máquina de fotos, para registrar aquellas vivencias para la posteridad, por si algún día podían tener algún valor histórico y documental.
Y durante mi permanencia me recorría las casas de los vecinos más mayores de Valdelinares para preguntarles sobre su vida durante la guerra civil y sobre el capítulo del avión siniestrado en aquellas dramáticas Navidades cuando eran unos chiquillos.
Al oír el estruendo todos -entonces chiquillos- habían corrido expectantes y curiosos a contemplar desde lejos qué había pasado. Eran combatientes heridos. Nadie iba a disparar sobre unos muchachos y menos cuando estaban heridos en plena sierra a la espera de recibir ayuda.
Enseguida se organizaron. No fue fácil. La nevada era copiosa y tuvieron que habilitar caballerías, mantas, vendas, botiquines de primeros auxilios, etc. para rescatarlos y bajarlos al pueblo, donde en la casa de los Lozano (terratenientes del pueblo) se improvisó un pequeña enfermería.
Recuerdo que me sentaba en cualquier banco de la plaza con cualquier mayor y disfrutaba grabando su relato. Algunos me contaban que llegaron al avión y cogieron algunas naranjas que llevaban los pilotos.
Tomás Lozano era propietario de tierras y ganado, y mucha gente del pueblo trabajaba para él. Por su potencial económico era considerado un hombre de “derechas”. Y en su casa arribaron los pilotos pertenecientes al bando contrario. Recuerdo que a él y a su mujer -grandes protagonistas de este salvamento- los entrevisté y fotografié en su domicilio en Teruel.
También fotografié la cruz procesional de la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves que fue fabricada con metal del fuselaje perteneciente al avión estrellado.
El tiempo pasó y recabé cuantos datos pude del pueblo y de esas aciagas fechas con la idea de quizá en un futuro escribir algo.
Y ahí estaban mis cintas casetes con las grabaciones guardadas en un cajón, hasta que El Diario de Teruel sacó un reportaje, y a través de Teresa Lozano, la periodista supo que de pequeño me había dedicado a este “pasatiempo” periodístico. Después me llamó Radio Aragón para que contara algo en antena de mi investigación. Y a raíz de esta entrevista, me contactó Antoni Cisteró; quien resultó saber muchísimo más que yo; y de quien sin conocerle, le había tomado como alguna de mis fuentes informativas.
Había diseccionada la película Sierra de Teruel, dirigida por André Malraux y basada -entre otros- en este episodio acaecido en Valdelinares aquel 27 de Diciembre de 1936 y escrito una apasionante novela titulada Campo de Esperanza, ambientada en el abrupto rodaje de la misma.
Y quedamos en conocernos el pasado mes de Agosto en el que es el pueblo más alto de España, para -ahora- contrastar la ficción cinematográfica del francés, con la realidad de los hechos vividos por los auténticos protagonistas del rescate. Allí le entregué mis cintas casetes para desempolvarlas y digitalizarlas tras 43 años de permanecer guardadas; y rescatar audios de personas que ya fallecieron hace muchos años y que participaron en el rescate de aquel Potez de la Escuadrilla España que lideraba André Malraux.
Me resulta tremendamente emocionante poder escuchar esas palabras que esas personas me regalaron hace más de cuatro décadas en un pueblo al que me siento tan sentimentalmente vinculado.
Javier Julio García Miravete (periodista)
SABER +:
ENLACE A LOS AUDIOS DE TRES ENTREVISTAS.
HISTORIA DEL POTEZ Ñ Y VALDELINARES
(entrada efectuada gracias a la preciosa aportación del autor de esta)